La ciudad de Seattle celebró un pequeño festival de música disfrazado de un oficio religioso.
Una compañía dedicada a la iluminación de eventos organizó recientemente el “Covert Bat Drive Thru Rave”, un festival Drive-In encubierto bajo el título de “Servicio religioso” con la intención de evadir las medidas sanitarias impuestas por el gobierno de Washington ante la crisis mundial del COVID-19.
Fotografía tomada de Robe Lighting vía Twitter
La mente maestra detrás de la estafa fue el propietario de la empresa R90, Joe Cole; quien encontró una posible escapatoria ante la negativa de la realización de festivales y conciertos. Cole presentó el proyecto al régimen estatal como una reunión espiritual en la cual, los organizadores se encargarían de brindar “el regalo de la música” consiguiendo así, la autorización del estado.
El Covert Bat Drive Thru Rave culminó con la presentación de DJ´s locales en un escenario que incluía 3 torres de iluminación, además de equipo profesional patrocinado por la compañía y cerca de 21 automóviles que formaron parte del evento.
Fotografía tomada de Robe Lighting vía Twitter
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